Meta se enfrenta a acusaciones de permitir a sabiendas usuarios menores de edad y recopilar sus datos sin consentimiento

Meta se enfrenta a acusaciones de permitir a sabiendas usuarios menores de edad y recopilar sus datos sin consentimiento

Desde al menos 2019, Meta ha sido acusada en una demanda federal en curso de permitir a sabiendas que la mayoría de las cuentas pertenecientes a niños menores de 13 años permanezcan activas, todo mientras recopila su información personal sin el consentimiento de los padres, como se revela en un documento judicial recientemente desclasificado.

La demanda, presentada por fiscales generales de 33 estados, alega que Meta recibió más de un millón de informes de usuarios menores de 13 años en Instagram entre principios de 2019 y mediados de 2023. A pesar de esto, la denuncia afirma que Meta solo deshabilitó una fracción de estas cuentas. Los fiscales generales están buscando órdenes judiciales para prohibir a Meta estas presuntas prácticas ilegales, con posibles sanciones civiles que alcanzan cientos de millones de dólares, teniendo en cuenta la amplia base de usuarios de adolescentes y niños de Meta.

La demanda, de 54 cargos, acusa a Meta de violar los estatutos estatales de protección al consumidor y la Regla de Protección de la Privacidad Infantil en Internet (COPPA), que prohíbe la recopilación de información personal de niños menores de 13 años sin el consentimiento de los padres. La denuncia argumenta que Meta no cumplió con COPPA tanto para Facebook como para Instagram, a pesar de que los registros de la compañía sugieren la presencia de millones de niños menores de 13 años en Instagram.

Meta enfrenta acusaciones por la imagen de usuarios menores de edad

La denuncia también destaca un correo electrónico interno de un diseñador de productos de Meta en el que se expresa el sentimiento de que “los jóvenes son los mejores”.

Meta respondió a las acusaciones, afirmando que la verificación de edad en línea es un tema desafiante, especialmente para los menores de 13 años. La compañía enfatizó su apoyo a la legislación federal que requiere la aprobación de los padres para que los adolescentes menores de 16 años descarguen aplicaciones, con el objetivo de simplificar la verificación de la edad sin comprometer la información confidencial.

La demanda alega además que Meta era consciente de que su algoritmo podría dirigir a los niños hacia contenidos dañinos, lo que afectaría negativamente a su bienestar. Las comunicaciones internas indicaron que a los empleados les preocupaba que el algoritmo de Instagram contribuyera a las emociones negativas entre los preadolescentes. Un estudio de julio de 2021 sugirió que el algoritmo de Instagram podría amplificar la comparación social negativa y el contenido relacionado con la imagen corporal.

A pesar de las afirmaciones de Meta de que no promueve contenido que fomente los trastornos alimentarios, la demanda cita una investigación interna en marzo de 2021 que descubrió que el algoritmo de Instagram generaba cuentas recomendadas relacionadas con la anorexia basadas en las referencias de los usuarios a la inanición y los trastornos alimentarios.

Si bien Meta niega las acusaciones, alegando una caracterización errónea de sus esfuerzos, la demanda apunta a comunicaciones internas que sugieren que la compañía estaba al tanto de los problemas relacionados con la comparación social en sus plataformas. La demanda argumenta que Meta se negó a alterar su algoritmo a pesar de reconocer la preocupación de que el contenido causara comparaciones de apariencia negativas.

Además, la demanda afirma que Meta era consciente de que sus algoritmos de recomendación desencadenaban liberaciones de dopamina en usuarios jóvenes, lo que podría conducir a un comportamiento adictivo en sus plataformas.

La fiscal general de Nueva York, Letitia James , declaró que Meta diseñó intencionalmente sus plataformas con funciones manipuladoras, lucrando con el dolor de los niños, contribuyendo a una crisis nacional de salud mental juvenil y enfatizando la necesidad de rendición de cuentas.

Esta demanda es parte de una ola más amplia de acciones legales resultantes de una investigación bipartidista y multiestatal iniciada en 2021 después de que la denunciante de Facebook, Frances Haugen, revelara documentos internos que sugieren que la compañía era consciente de los efectos adversos de sus productos en la salud mental de los jóvenes.

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