El martes, los precios del crudo en Estados Unidos cayeron por debajo de 78 dólares el barril, marcando su punto más bajo desde julio. Este descenso se vio espoleado por los desalentadores datos económicos mundiales, que eclipsaron la preocupación por la posible escalada del conflicto entre Israel y Hamás hacia una agitación regional más amplia.
El West Texas Intermediate experimentó un importante desplome de 3,45 dólares, lo que supone un descenso del 4,3%, y se situó en 77,37 dólares por barril. Del mismo modo, el crudo Brent experimentó una caída de 3,57 dólares, lo que representa un descenso del 4,2%, y se situó en 81,61 dólares por barril. Estos precios de ambas variantes marcan sus niveles más bajos desde julio.
La tendencia a la baja de los precios del petróleo se vio influida por la publicación de datos económicos mixtos en China. A pesar del aumento de las importaciones de crudo en volumen y valor en octubre, las exportaciones chinas registraron un descenso mayor de lo previsto, lo que indica una ralentización de la demanda mundial.
Las exportaciones del país se desplomaron un 6,4% en dólares en comparación con el mismo periodo del año anterior, una caída más drástica que el 3,3% previsto por un sondeo de Reuters.
En los últimos seis meses, China ha sufrido un descenso constante de sus exportaciones, debido en parte a la subida de los tipos de interés, que ha presionado a la baja la economía mundial. Neel Kashkari, presidente de la Reserva Federal de Minneapolis, moderó el martes las expectativas sobre la posibilidad de que el banco central estadounidense recorte los tipos, haciendo hincapié en la necesidad de reducir la inflación al 2% en un plazo razonable.
Kashkari declaró a Bloomberg Television: “Tenemos que conseguir que la inflación vuelva al 2% en un periodo de tiempo razonable. En última instancia, la economía nos dirá cuánto hace falta para llegar ahí, y yo no lo sé”.
A pesar de la subida inicial de los precios provocada por los recortes de la producción de petróleo de Arabia Saudí y Rusia a principios de semana, el impacto de estas noticias se vio eclipsado por los datos económicos de China. Riad y Moscú anunciaron el domingo que continuarían con estos recortes de producción al menos hasta finales de año.
Los precios del petróleo habían subido inicialmente en la semana posterior a los destructivos atentados terroristas de Hamás contra Israel, debido a la preocupación por la posibilidad de que el conflicto interrumpiera el suministro de petróleo y provocara una mayor inestabilidad regional. Sin embargo, desde mediados de octubre, los precios han seguido una trayectoria descendente, ya que los temores inmediatos a la propagación del conflicto se han atenuado en cierta medida.
