El yen y el euro repuntan ante la preocupación por la inflación y la incertidumbre de los bancos centrales
Los precios del oro cayeron el lunes después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, fijara el 9 de julio como nueva fecha límite para alcanzar un acuerdo comercial con la Unión Europea, dando marcha atrás en su anterior amenaza de imponer aranceles del 50% a partir del 1 de junio.
Los mercados respondieron con un ligero alivio, reflejado en la caída de los precios del oro. Sin embargo, el oro sigue siendo atractivo como refugio seguro, ya que las decisiones económicas de Estados Unidos siguen sacudiendo la confianza en el dólar. En respuesta, los bancos centrales están pasando cada vez más del dólar al oro.
Mientras tanto, el euro subió en las primeras operaciones europeas, marcando su nivel más alto en cuatro semanas, impulsado por el hecho de que Trump diera a la UE una segunda oportunidad para un acuerdo comercial.
Los datos de inflación de Europa han dejado inciertas las expectativas de un recorte de tipos por parte del Banco Central Europeo en junio. Todas las miradas están puestas ahora en la presidenta del BCE , Christine Lagarde, en busca de nuevas pistas sobre la política monetaria.
En Asia, el yen japonés se fortaleció por segundo día consecutivo, alcanzando un máximo de cuatro semanas. La preocupación por el aumento de la deuda estadounidense y la reforma fiscal de Trump siguen empujando a los inversores hacia el yen como activo refugio. También aumenta la presión de la inflación sobre el Banco de Japón, lo que aumenta las especulaciones sobre una posible subida de tipos en junio.
Al otro lado del mundo, el presidente de la Fed de Minneapolis, Neel Kashkari, advirtió de que los aranceles impuestos por Trump podrían desencadenar estanflación,una mezcla de inflación y crecimiento débil. En una entrevista concedida a Bloomberg, afirmó que es improbable que la Fed modifique los tipos de interés antes de septiembre y subrayó la necesidad de una mayor claridad comercial.
Kashkari añadió que los consumidores estadounidenses aún no han sentido todos los efectos de los aranceles, pero advirtió de que unos aranceles prolongados podrían agravar los riesgos inflacionistas. El aumento de los rendimientos del Tesoro estadounidense también refleja las dudas de los inversores sobre la continuidad de la inversión en la economía estadounidense.